domingo, 1 de agosto de 2010

No luches contra el ego

RAMESH: Los Maestros le dicen a la gente que debe luchar contra el ego, matar al ego; pero lo que yo digo es aceptar el ego. ¿Acaso no es eso algo único? No luches contra el ego. Acepta al ego. ¿Por qué? Porque «tú» no creaste el ego. La Fuente ha creado el ego, y la Fuente está en proceso de destruir el ego en algunos casos. Por esta razón es que tu cabeza ya se encuentra dentro de las fauces del tigre. No hay escapatoria. No hay escapatoria si luchas contra el ego. Ese es mi punto. Si sigues luchando contra el ego, el tigre tendrá sus fauces abiertas por los siglos de los siglos. Acepta al ego, y el tigre cerrará sus fauces rápidamente.

RAMESH: ¿Tengo una enseñanza básica? Sí. Lo básico es que todo lo que hay es la Conciencia: no hay «nadie» que haga ninguna acción. Nada sucede, a menos que sea la voluntad de Dios. Y cuando digo «Dios» no me refiero a una entidad todopoderosa, ya sea dentro o fuera de la manifestación. Al decir «Dios» me refiero a la Fuente, a la Conciencia —el Uno-sin segundo— dentro de cuyo reflejo ocurre el funcionamiento de la manifestación.
El Buda dijo: «Eventos ocurren. Acciones son llevadas a cabo. No hay un hacedor individual de éstas». Ésa es la enseñanza básica. Nadie hubiera podido ponerlo en términos más breves o simples. Los eventos ocurren. Las acciones son llevadas a cabo. No hay un hacedor individual de éstas. Si no hay hacedor individual, entonces es irrelevante «quién» sea el que haga las acciones. Pero si el intelecto formula la pregunta y necesita una respuesta, entonces al intelecto se le dice: «De quién es la acción? Es la acción de Dios».

RAMESH: ¿Cuál es la importancia de la declaración: «Nadie puede obtener la iluminación»? ¿Qué significa? Esta es la verdadera raíz de la enseñanza. Significa que es estúpido que cualquier presunto maestro le pida a nadie que, haga ninguna cosa para lograr u obtener la iluminación. El núcleo de esta sencilla declaración significa, de acuerdo con mi concepto, que la iluminación es la aniquilación de «aquél», de ese «yo» que «desea» la iluminación. Si llega la iluminación —lo cual sólo puede ocurrir si es la voluntad de Dios—, entonces significa que «aquel» que en un principio deseaba la iluminación ha sido aniquilado. Así que «nadie», ningún «yo», puede obtener la iluminación y, por lo tanto «nadie», ningún «yo», puede disfrutar de la iluminación.

RAMESH: El que obtengas la iluminación no está bajo tu control. El que obtengas un millón de dólares también depende de la voluntad de Dios y del destino del organismo cuerpo- mente. Así que el que tú desees un millón de dólares o desees la iluminación, y el que recibas o no lo que deseas no está en tus manos, no está bajo tu control. Si piensas que está bajo tu control, sugiero que busques el millón de dólares en vez de la iluminación, porque si obtienes el millón de dólares entonces habrá alguien, un «yo», que disfrute ese millón. Pero si buscas la iluminación y ésta llega a ocurrir, no habrá «nadie» que disfrute de ella.

El «quién», el «qué», el «dónde» y el «cuándo» son todas imágenes conceptuales dentro de la Conciencia. Son todas tan «reales» como cualquier espejismo o sueño... La totalidad de la manifestación y todo lo que se encuentra dentro de ella es la Conciencia misma, es la Unicidad. Todo lo que hay es la Conciencia, no consciente de Sí misma en Su Subjetividad noumenal pero percibida por Sí misma como manifestación fenoménica en Su expresión objetiva. Si esto es comprendido profundamente, no hay más nada que entender. ¿Por qué? Porque tal comprensión debe conducir a la realización de que no existe la entidad individual como tal. Lo que pensamos ser es meramente una apariencia, una sombra insustancial, mientras lo que somos real y verdaderamente es la Conciencia misma, el Brahman informe.


NO IMPORTA!
LA EXTRAORDINARIA ENSEÑANZA DE
RAMESH S. BALSEKAR

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