Personalmente creo que no hay poder fuera del hombre, vea - no hay poder fuera del hombre - cualquier poder fuera del hombre está también dentro del hombre. Así que, si ese es el caso - y ese es un hecho para mi - no hay que exteriorizar ese poder y crear un símbolo y adorarlo, ¿lo ve? Por eso es que digo que Dios, la cuestión de Dios, no es relevante para el hombre en la actualidad. No sé si hablo claro.
P: Todo el mundo puede llegar a estar en su estado natural, ¿pero no está en sus manos?
UG: No está en sus manos; no está en las manos de nadie. Pero usted puede tener un mil por ciento de seguridad por que no es mi privilegio especial o que yo sea especialmente escogido para ninguna cosa; está en usted. Por eso es que digo que no hay poder fuera del hombre. Es el mismo poder, la misma vida, que esta funcionando allí en usted. La cultura de la que usted habla lo está empujando hacia abajo. Cuando uno arroja la cultura fuera, entonces [la vida] se expresa a sí misma en su propia forma.
P: ¿A este cambio lo llama una 'calamidad'?
UG: Vea, la gente usualmente imagina que lo que llaman iluminación, auto-realización, realización de Dios o como le guste llamarlo, es algo extático, que uno va a estar permanentemente feliz, en un estado dichoso todo el tiempo - esas son las imágenes que tienen de esas personas. Pero cuando esta clase de cosa le sucede al individuo, éste se da cuenta que todo eso no tiene fundamento. Así que, desde el punto de vista del hombre que imagina que eso es felicidad permanente, dicha permanente, esto permanente y eso permanente, es una calamidad porque él esta esperando algo y por el contrario lo que en verdad sucede no tiene relación con eso. No hay relación ninguna entre la imagen que usted tiene de eso y lo que es realmente la situación. Así que, desde el punto de vista del hombre que imagina que eso es algo permanente, esto es una calamidad - es en ese sentido que lo uso. Por eso es que le digo a la gente muy a menudo "Si pudiera hacer que vislumbren lo que es esto, ustedes no tocarían esto ni con un palo, ni con una barra de treinta metros. Se escaparían de esto porque esto no es lo que ustedes quieren. Lo que ustedes quieren no existe.
Así que la próxima pregunta es: ¿Por qué todos estos sabios hablaron de esto como una "permanente dicha" "vida eterna," esto, eso y lo otro? No estoy interesado en eso para nada. Pero la imagen que ustedes tienen de eso no tiene absolutamente ninguna relación con la cosa verdadera de la que estoy hablando, el estado natural. Así que la pregunta si alguien más esta iluminado o no, no me interesa porque no existe absolutamente ninguna iluminación.
I: ¿Quién soy yo?
UG: (Se ríe) Usted sabe muy bien quien es.
I: ¿Qué quiere decir?
UG: ¿Realmente es "¿Quién soy yo" su pregunta? De ninguna manera; la ha escuchado por ahí. El interrogador es el problema, no la pregunta. Si no hubiera tomado esa pregunta, habría tomado otra. Incluso dentro de cuarenta años usted aún se estará preguntando cuál es el significado de la vida. Un hombre vivo jamás preguntaría algo así. Obviamente usted no le ve sentido a la vida. No está vivo, está muerto. Si le digo el sentido de la vida, ¿dónde lo dejo a usted? ¿Qué puede significar para usted?
I: ¿Existe el interrogador?
UG: No existe; sólo existe la pregunta. Todas las preguntas son lo mismo - son repeticiones mecánicas de preguntas memorizadas. Ya sea que pregunte "¿Quién soy?" "¿Cuál es el significado de la vida?" "¿Existe Dios?" o "¿Hay una vida después de esta?" Todas esas preguntas surgen de la memoria. Por eso es que les pregunto si tienen algún cuestionamiento propio.
I: ¿Dice usted que la pregunta "¿Quién soy?" desaparece cuando uno realmente la investiga?
UG: Porque uno no puede separar la pregunta del interrogador. La pregunta y el que cuestiona son lo mismo. Si acepta ese hecho luego es una cuestión muy simple: cuando la pregunta desaparece, el que pregunta desaparece también. Pero como el que pregunta no quiere desaparecer, la pregunta permanece. El interrogador quiere una respuesta a su pregunta. Al no existir respuesta para la pregunta, el interrogador permanece para siempre. El interés del que pregunta no es encontrar una respuesta, sino permanecer
La búsqueda termina con la comprensión de que no existe nada llamado iluminación. Al buscar, uno quiere liberarse del 'yo', pero cualquier cosa que esté uno haciendo para liberarse del 'yo' es el 'yo'. ¿Cómo puedo hacer para que comprendan este simple hecho?
No hay un 'como'. Si le digo eso, sólo le dará impulso a la búsqueda, fortalecerá el impulso. Esa es la pregunta de todas las preguntas:"¿Cómo, cómo, cómo?".
I: Estoy convencido de que en nuestra reunión no son las palabras lo que importan, sino que hay algo más allá de las palabras.
UG: No lo sé, y usted no puede estar seguro: puede ser solo una proyección de su parte. Si hay algo, actúa por sí sólo. Esta conciencia que está funcionando en mí, en usted, en el gusano de jardín que está allí afuera, es la misma. En mí no tiene fronteras; en usted hay fronteras - está encerrado en ellas. Probablemente, esta conciencia ilimitada lo esté empujando, yo no lo sé. No soy yo; no tengo nada que ver con eso. Es como el agua buscando su propio nivel, eso es todo - esa es la naturaleza de esto. Eso es lo que está pasando dentro suyo: la vida está tratando de destruir la cápsula, esa estructura muerta del pensamiento y la experiencia, la cual no es parte de su naturaleza. Está tratando de asomarse, de abrirse. Usted no quiere eso. Tan pronto ve alguna rajadura, busca algo de yeso y la vuelve a tapar. No tiene por qué ser un - así llamado-- hombre realizado, un hombre espiritual o alguien que realizó a Dios lo que lo empuje, lo que haga presión sobre usted; cualquier cosa, esa hoja allí, tiene la misma enseñanza si usted tan sólo le permite que opere. Debe dejar que eso sea. Tengo que expresarlo de esa manera. Aunque 'debe dejar que sea' podría implicar que hay alguna clase de acto voluntario de su parte, y no es eso lo que quiero decir.
U G Krishnamurti - La mística de la iluminación
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